La Iglesia Reformada.

Por: Pastor Romeo Taracena.

Eclesía significa “Un lugar a otro”, hemos conocido que la Iglesia ha tenido viarias épocas y continuamos con nuestro cuatro sermón que se titula ¡La Iglesia Reformada!. Esta Iglesia nace en el año 1,517 con la reforma, las 95 tesis que fueron clavadas en la puerta de la Iglesia en Alemania por Martin Lutero.

Es aquí en donde a través de Martin Lutero se da la oportunidad de que la Biblia pueda salir de la oscuridad y sea puesta delante de la iglesia, finalizando así casi 12 siglos de oscuridad en no tener acceso a la Palabra. Esta iglesia nos trae esperanza, nos trae bendición que debemos poner en practica.

¿Cómo era la iglesia reformada en esta época? Pues era una iglesia que tuvo total acceso a la Palabra de Dios, y aprovechaban para hacer diferentes traducciones e imprimirlas, así hacerla llegar a la iglesia. Era gente que conocía la Biblia, conocía la palabra, anhelaba tener la Biblia. “La Iglesia se abrió a oportunidades espirituales para fortalecerse a través de la lectura de la Palabra”

Esta iglesia entendió que la salvación era por gracia, era por fe; creían que Jesucristo había muerto crucificado, puesto en una tumba, pero resucitado al tercer día, y estaba regalándonos la salvación, no porque la mereciéramos, sino por su gran amor. Gracias a la lectura de la Palabra en esa época, se vivió un ¡Tiempo de Esperanza!

Hoy, usted y yo podemos tomar ese principio que nos enseña la iglesia reformada, tener esperanza en las promesas que Jesucristo nos deja en su Palabra. ¡Las Escrituras, enseñan el valor y la importancia de la Palabra!

Hebreos 4:12 NVI dice
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.

Que lindo entender que una iglesia después de un largo tiempo de oscuridad, pudo tener acceso a la Palabra, llenando sus corazones de gozo y esperanza, que nos muestra que en Dios hay libertad. Amado hermano y hermana, el Señor espera que seamos una Iglesia Victoriosa en cualquier situación, pero también que seamos una iglesia que conoce de su Palabra, que lee la Palabra, el Señor anhela que la iglesia siga proclamando la verdad y la libertad que la palabra de Dios trae.

¡Practique y viva la Palabra de Dios! La Iglesia Reformada nos trae esperanza, nos llena de ánimo, pues desde aquel tiempo tenemos acceso con libertad a la Biblia; teniendo hoy en día mas de veinte traducciones en español. Usted puede elegir cual le es más entendible, pues “Su Palabra nos transforma”

Para tener un cambio en nuestra vida, basta tan solo con abrir la Biblia ¡No estamos solos! la Biblia es el libro de los Libros, el Libro de la Vida.

Ahora que tenemos acceso, ¿Leemos la Biblia? ¿Valoramos esa oportunidad? ¿Cuál es nuestra responsabilidad como hijos de Dios? Como la Iglesia Reformada abrazo la Palabra de Dios, así debemos nosotros accionar, le dejo tres consejos deseando pueda usted ponerlos en practica.

1- Estudiemos la Palabra.

La Palabra es nuestra bendición, fortalezca su tiempo personal con Dios, con su devocional, ese tiempo de intimidad.

Casiodoro de Reina fue un monje católico, que en el siglo XVI empezó a escuchar de los escritos de Martin Lutero y su traducción, y Dios lo tocó. En 1,557 el tuvo que huir de España porque empezó una traducción desde los escritos originales de la Biblia, para que usted y yo que hablamos español, pudiéramos leerla y enterarnos de las promesas de Dios. Casiodoro murió a causa de esto, pero invirtió toda su vida en la traducción completa de la Biblia al español.

Después que Casiodoro terminara la traducción completa de la Biblia al español, fue olvidada 200 años, es decir dos siglos, hasta que apareció Cipriano de Valera en el siglo XVIII, y es él quien saca a la luz por fin la famosa versión “Reina Valera”. Muchas personas entregaron su vida para que usted y yo hoy en día tengamos acceso a la Palabra del Señor.

1 Pedro 2:2-3 NTV dice
Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo, ahora que han probado la bondad del Señor.

¡Vale la pena leer la Palabra del Señor! Tomemos la Biblia con amor, pues no vamos a avanzar si estamos lejos de ella; Estudiémosla y así viviremos mejor, conociendo las promesas que Dios tiene para nosotros. Agradeciendo que la Iglesia Reformada nos dejo la herencia al acceso de la Palabra bendita de Dios que transforma vidas.

2- Practiquemos la Palabra.

Reconozcamos que una cosa es leerla y otra muy diferente es practicarla, pues somos llamados a ser oidores y hacedores de la Palabra de Dios.

2 Timoteo 3:16-17 dice
Toda la Escritura es inspirada por Dios, útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17.A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Estudiar la Palabra de Dios nos permite practicarla y encontrar en ella la luz para cada una de nuestras decisiones. Declare ¡Yo soy, lo que mi Biblia dice que soy; yo tengo, lo que mi Biblia dice que tengo; y yo puedo hacer todo, lo que mi Biblia dice que puedo hacer! ¡Que maravilloso amada iglesia!, pues cuando estudiamos la Biblia y la practicamos, nos trae inteligencia para salir adelante en las situaciones difíciles, nos da sabiduría para tomar las mejores decisiones, nos convierte en personas que tienen identidad.

El practicar la Biblia nos convierte en personas que conocemos quienes somos en Dios, fácilmente practicaremos el perdón, pues entenderemos que el perdón liberta, trae paz. Viviremos en verdad y fácilmente practicaremos la generosidad, el servirle a los demás, como Jesucristo que vino para servir y no para ser servido. La Palabra de Dios es útil para formarnos y hacernos personas maduras.

3- Enseñe la Palabra.

Seamos como Martin Lutero, él recibió la palabra y no la escondió, sino que quiso enseñarla y encontró las maneras para traducirla y hacerla como diríamos hoy en día “viral” a todo el mundo.

Enseñemos la Palabra a nuestros hijos, a nuestros Padres, a nuestro cónyuge. pero ¿Cómo puede enseñar la Palabra?

Primero “Con el ejemplo” Si usted lee y practica la palabra, el ejemplo es más poderoso que cualquier sermón. Pues la Palabra da un corazón sensible para ayudar y servir a las personas.

Filipenses 4:9 dice
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.

Enséñele a las personas que usted es un cristiano de la Palabra y vive la Palabra de Dios con su ejemplo.

Segundo “Con la enseñanza” Hay un momento para enseñar la Palabra, hay un momento para hablar de la Palabra.

Colosenses 3:16 NVI dice
Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza; instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría.

Que bonito seria que usted se animara a compartir un versículo de la Biblia en su trabajo si se lo permitieran, con sus amigos de estudio ó en su colonia.

Le comparto dos pensamientos poderosos “La luz de la Palabra de Dios cambio para siempre al mundo” La reforma fue esa luz que sacó a la iglesia del oscurantismo. “La luz de la Palabra de Dios puede cambiar para siempre cualquier vida que se deje alumbrar”

Medite si esta ¿estudiando la Biblia, practicando la Biblia, enseñando la Biblia? ¿esta aprovechando las promesas que Dios tiene para su vida?, ¿esta disfrutando su identidad en Cristo? De un cambio a su estilo de vida y estudie, practique y enseñe la Palabra de Dios, esto traerá victorias a su vida.

¡Dios le bendiga!